martes, 30 de abril de 2013

Villa Soro. San Sebastian


Hmmm que dispersa estoy del mundo blog.
Hace mucho que no escribo un post, los que he publicado últimamente llevan escritos tiempo (los que escribe Jorge-Pecenete también)
Estoy muy vaga y con la imaginación aletargada, o quizás sólo sea pereza y nada que ver con aletargamiento mental.

Me he dado cuenta de que me gusta escribir jugando con los tiempos presente y pasado, es decir, escribo en el presente cosas del pasado, me gusta "novelar", contar historias sobre lugares, momentos, ciudades... con perspectiva y distancia.

Me apetece mucho contar cositas sobre las ciudades y experiencias vividas en estos últimos días, la cosa es que escribo y escribo y me sale pura neutralidad, momentos presentes objetivos, tan poco atrayentes para mi que me aburro soberanamente. A ver si consigo mi propio entretenimiento en este post sobre un hotelito de cuento: Villa Soro
Quizás contar un cuento sea un buen comienzo.


Érase una vez una reina caprichosa y su apuesto, valiente y complaciente marido, el rey Pecenete.
A la reina, Miss A, de mente dispersa y antojo fácil, se le ocurrió no hace mucho tiempo y en medio de una pertinaz época de lluvia, ir a pasar sus días de asueto al bello y lluvioso País del Norte o Vasconia.

El rey, generoso e inteligente a partes iguales, trató de disuadir a la reina con bonitas ofertas de paisajes playeros, sol, hamacas, bellos efebos surfistas de cabello ondeante y mesas repletas de manjares frescos y brebajes de colores y chispeantes burbujas... La reina, muy petarda, empeñada en la bella Vasconia, des-oyó (las licencias narrativas quedan permitidas desde ahora...) los consejos del paciente rey y allá se fueron, carretera, manta y paraguas, obnubilada como estaba por sus deseos de ver las más bellas creaciones de cristales hechas por su gran amiga, la Condesa de MatxiGlass, de la vecina Bilbao (objeto de otra narración más acorde con el tono necesario, no obstante, obnubilaos también AQUÍ con los cristales de MatxiGlass Design)

Después de días de lluvia, lluvia y lluvia, comida deliciosa, paseos, amigos y gatos (serán motivo de otros post o cuentos) nuestros monarcas sin corona favoritos, dieron con un castillo a su medida: Villa Soro, en la capital del reino vascuence del norte.

El hotel, un pequeño capricho montado por los hijos de la marquesa Gaytán de Ayala con exquisitas piezas del Exin Castillo, es declarada por méritos propios, como Patrimonio Histórico de la noble ciudad de San Sebastián.
Sin duda, un coqueto rincón para que nuestros amigos se refugien de tanta lluvia.


El rey y la reina son recibidos por una amable mozalbeta que les da la bienvenida con educada sobriedad, un mozalbete de edad avanzada... les conduce a sus aposentos mientras explica que tienen a su disposición los salones del castillito, las terrazas, el pequeño jardín y que, por supuesto, pueden tomar su desayuno en la habitación a la hora que deseen y con las viandas elegidas. También les hace saber que a las 20:00 horas, un pequeño ágape, cortesía de la familia, les será servido en el salón de la chimenea: frutos de ibérico y champagne helado. La reina no se puede poner más contenta...


Después de un breve paso por la habitación, nuestra parejita se fue a dar un paseo por la bella ciudad disfrutando de una oportuna tregua en el tiempo.

-"¡Cuánta belleza por metro cuadrado!" decía la reina.
-"Sí, querida", respondía amable el rey, "no sé porqué venimos tan poco por estos lares. Que buena idea tuviste al hacerme ver que, en nuestra lucha contra el gran enemigo solar, este país, Vasconia, es el mejor aliado... Gracias por tu inteligente y brillante idea,  mi reina Miss A"
-"De nada, querido Pecenete, encantada de abrirte los ojos" respondió la reina sencilla y sin atisbo de soberbia...

Charla va charla viene, los reyes se dieron un largo paseo enamorándose de todo lo que veían por el bello país vasco: arboledas, paseos, barrios pintorescos llenos de tasquitas apetecibles... gente buena y encantadora que indicaban los mejores sitios para visitar y una gran playa dorada vacía digna de ser robada... La Concha...

Y como toda buena Concha, la Perla más preciada: Villa Soro, quizás uno de los castillos saboreados con más gusto por nuestra pareja de monarcas tan dados a los placeres más exquisitos en su Dolce Far Niente común.


Y tras el paseo y una cena de pintxos de los de engordar cuerpo y alma, el reposo

La habitación/aposentos no desmerecía nada nada de todo el conjunto "castellalicio". Amplia, cómoda, con la temperatura perfecta y el silencio deseado para el descanso y el relax de la neurona (justo ahí comenzó mi pereza mental hace ya unas semanas y aún sigue...) 
La suavidad de la cama era tal que a la reina se le erizaba su delicada piel de la emoción.
De sueño ligero y fácil alteración era la reina, y esta cama, a prueba de guisantes de Andersen, hizo que descansara de tal manera que por las mañanas despertara a una hora prudente y con buen talante para tomar el delicioso desayuno que cada día subían a la hora convenida, ni un minuto antes ni un minuto después.


Humeante chocolate, cesta de panes y bollitos calientes, un surtido de mermeladas caseras, mantequilla en su punto perfecto para untar, zumo de naranja casero, una bandeja de frutas, yogurth y cereales... No, la reina no se tomaba todo eso, pero todo eso era el llamado desayuno Villa Soro a elección de la madrugadora Miss A (el rey consorte bajaba a desayunar al jardín y tras su carrera matutina explorando el país vascuence, se terminaba todo lo que el apetito mañanero de Miss A dejaba "sin tocar")



Nuestros amigos reyes Miss A y Pecenete, pasaron 4 estupendos días con sus 4 noches en este hotel colmados de atenciones, servicio y profesionalidad, comodidad y lujo bien entendido, sin estridencias ni oropeles.
Este castillito de Villa Soro entra por la puerta grande en los lugares favoritos para cualquier momento de Doce Far Niente. El exigente sentido del buen gusto de la protagonista y su rey, ya están deseando volver a la conquista de la bella Vasconia, y enamorados han quedado de la belleza de Donosti.
Emplazamiento habitual desde ya y altamente recomendable para tod@s los amig@s de su reino.

Como todo cuentito, este también tiene su moraleja: a veces el brillo del cristal demasiado conocido ciega la posibilidad de conocer cristales desconocidos más brillantes y bellos.

Y colorín colorado este rollete se ha terminado.
... Antes de darle a "publicar", os invito a uno de los dulces de almendras que cada noche degustaban golosamente nuestra caprichosa Miss A y su apuesto Pecenete en Villa Soro de Donostia.


Y un ANEXO de cuento de hadas... Hay una persona muy especial para mi en México, este verano tuve el gran placer de contactar con ella por motivos muy especiales, Rous, del blog Llueve Diamantina.  No os lo perdáis porque está lleno de sentido y sensibilidad.
Rous, sólo puedo decir bien alto GRACIAS, tu mención tan llena de cariño en tu directorio de blogs me ha emocionado mucho. Un verdadero placer tenerte.

martes, 23 de abril de 2013

North by Northwest (Con la Muerte en los Talones)



Dicen que el criminal siempre vuelve a la escena del crimen. Que le gusta rememorar su delito y comprobar el impacto de su fechoría. O, al menos, ésta es una de las máximas que el cine policiaco se ha empeñado en enseñarnos. Y no seré yo quien la contravenga. Así que no me queda otra alternativa que volver a invadir este blog... aunque sea de manera temporal y pacífica, para garantizar la seguridad y el bienestar de sus habitantes, podría añadir. Claro, que entonces podría sentir la tentación de dar rienda suelta a una desconocida ambición invasiva al punto de llegar a competir con los villanos mas grandes de la historia. ¡Tiembla Polonia!


Fotograma de "El Gran Dictador" de Charles Chaplin

Pero no. No nos vayamos por las ramas. Aunque no lo parezca, han pasado muchos meses desde que escribí mi primer post. Así que es más fácil que España recupere Gibraltar antes de que yo invada Dolce Far Niente. Volvamos al cine y a mi primera entrada sobre una película concreta. Y que solo podía ser sobre mi película talismán.

Porque todos tenemos una película talismán. Yo incluso tengo varias. Pero "North by Northwest" destaca entre todas ellas. Quien no tenga una película talismán, o es muy joven, o no ha visto nunca CINE. O la tiene, pero no lo sabe. Como algunos políticos, que son unos corruptos pero ellos, pobres, no lo saben.




Una película talismán suele quedar grabada en tu retina y en tu memoria de manera indeleble. Generalmente eso ocurre en tu infancia o juventud, cuando eres más inocente y receptivo. La mía, sin duda alguna, tendría que haber sido "La Guerra de las Galaxias", pero mis padres tuvieron la infeliz idea de llevarme a ver "Superman" como premio consolación por considerar "La Guerra de las Galaxias" no adecuada para mi tierna edad. Nunca se lo perdonaré. Por suerte sólo consiguieron que a partir de entonces tuviese una especial aversión a cualquier tipo de rizo frontal, ya fuera el de Cristopher Reeve, el de Antonio Molina o el de Betty Boop. Pero podrían haber causado un daño irreparable en mi sentido del gusto cinematográfico en particular, y del estético en general. Solo Dios (y Miss A) saben si tal trauma no existe en realidad en lo más profundo de mi ser.

Y es que una película talismán no tiene porque ser buena. Pero si lo es, mejor. Al menos te ahorras un momento de bochorno y escarnio delante de tus amistades, en el hipotético caso de tener que dar explicaciones. Porque tu película talisman suele revelar y explicar muchas cosas sobre ti, ya sean manías, avatares, claves de ordenador, aspiraciones emocionales y físicas o el nombre de tus hijos.

"North by Northwest" se grabó en mi subconsciente mucho antes si quiera de que hubiese visto la película, gracias al fotograma de Cary Grant escapando de la avioneta. Fue un amor a primera vista. No sé donde ocurrió. Habría jurado que formaba parte de la cabacera de alguno de los programas de cine de finales de los 70 o princicipios de los 80, como Sesión de Noche o Sábado Cine. Pero después de mucho buscar por internet, ya no estoy seguro. Tal vez fuese en algún libro que estaba por casa.



Sea donde fuere, siempre me intrigó y me atrajo aquel hombre asediado e indefenso. Parecía una pesadilla. Y también una paradoja, aunque entonces yo no conociese todavía la existencia de la palabra (ni de las paradojas). Había algo que no encajaba en aquella escena. Tal vez fuese la desigual pelea... O que Cary Grant no lucía un uniforme militar. ¿Qué demonios era aquella aberración? En mi pequeño mundo de entonces, los aviones atacaban solo en las películas de guerra. Y además siempre lo hacían a otros objetos, ya fueran barcos, tanques o edificios.

Pero también parecía un reto. Una situación límite de la que sólo Cary Grant podía salir intacto con apenas unas motas de polvo en la solapa de su traje de impecable corte.

Después, el destino ha querido que "North by Northwest" me persiga a lo largo de mi vida y del mundo con la misma persistencia que Vandamme perseguía a Mr. Kaplan. He visto la película en incontables ocasiones y lugares. Conozco la historia y los diálogos prácticamente de memoria. No importa. Nunca me cansaré de verla. La película posee algunas de las escenas más famosas del cine. Nunca dejaré de sonreir con la escena de la subasta...



... de sentir angustia al ser fumigado por la avioneta...



... ni de sentir vertigo al verlos huir por el Monte Rushmore.


Y, sobretodo,  jamás cuestionaré la verosimilitud de su trama.

Me limitaré simplemente a querer ser yo a quien confunden con George Kaplan en la recepción del Hotel Plaza para así vivir tan trepidante aventura.


Querré tener la desfachatez, seguridad e ingenuidad de Roger O. Thornhill, capaz de creer que su encanto personal es el único motivo que puede empujar a una desconocida rubia como Miss. Kendall a ayudarle de manera desinteresada.



Porque "North by Nortwest" es una de la obras cumbre del heroe anónimo y accidental, algo muy de moda en el cine moderno. Te hace sentir que vivimos en el filo. Que nuestra ordinaria vida puede convertirse en extraordinaria en cualquier momento, sin necesidad de participar en un reality show, y convertirse en una trepidante aventura en la que tendremos que dar y demostrar lo mejor de nosotros.

Recomiendo leer el siguiente enlace, lleno de anéctodas del rodaje y de la gestación de la película.

Aprendí a querer de manera adulta e incondicional "North by Northwest" cuando viviamos en Estambul. Una recien nacida TCM la emitía de manera convulsiva a todas horas en versión original. A Miss A y a mi nos sirvió de eficaz evasión y refugio. Entonces dejó de ser "Con la muerte en los talones" y se convirtió para siempre en "North by Northwest".

En una ocasión nos encontramos en un perdido hotel rural de Santander. Nuestra habitación disponía de una de esas rarezas que solo vemos en las enciclopedias. Un eslabón perdido de la cadena evolutiva tecnológica: el laser disc. Y junto con el reproductor, dos deslumbrantes discos del tamaño de un clásico LP de vinilo, pero metálicos, lujosamente empaquetados y que guardaban en sus surcos ópticos una copia de la película que nos ocupa.




Curiosamente no recuerdo cuando fue la primera vez que la ví. Pero si la última. Fue hace unos pocos días, una noche entre semana. Por desgracia me quedé placidamente dormido a mitad de película. Para cuando me desperté, Roger Thornill y la señorita Kendall estaban descendiendo ya por el monte Rushmore. Pero, a pesar del peligro, juraría que Cary Grant encontró el momento de dirigirme un gesto de camaradería y perdón.

Porque Cary y yo tenemos un pacto. Yo perdono a mi alter-ego cinematográfico que abandonara el cine para vender cosméticos. Él, a cambio, me deja dar una cabezada cuando veo sus películas si estoy cansado.

martes, 16 de abril de 2013

Una tarde de hedonismo en Madrid

¡Hola! 
¿Cómo estáis? Espero que todo en orden y progresando adecuadamente.

Sigo bastante out... Hasta el viernes 19 no aterrizo en Madrid y en la realidad...
Este post lleva escrito bastante tiempo, a ver si hoy martes acierto con el tiempo y ya es primavera no sólo en El Corte Inglés si no en la vida también...

Os enseño las vistas que tengo enfrente y que me sirven para distraerme mientras trato de escribir algún post... Los Andes me tienen completamente atrapada.


Y ahora es post, allá va...

Hay mil maneras de pasar una tarde de ocio. Se me ocurren mil propuestas culturales, gastronómicas, relajantes, excitantes, divertidas... 
Y se me ocurre una que vale por varias: hedonismo puro y placer para los sentidos.

Os cuento una tarde perfecta para mi parte rosa en Madrid. 


Lo primero a reseñar es que el verdadero lujo en este siglo nuestro, es el tiempo. Así que la premisa básica es buscar una tarde para nosotr@s, sin obligaciones de ningún tipo, sin agendas, ni móvil, sin niños, marido, esposa, amig@s ni hora de llegar a casa.
Quizás esto es lo más difícil de conseguir, lo demás es dejarse llevar.


Lo segundo y no menos importante, sentirnos las reinas y reyes que somos por dentro y por fuera. Muy a tener en cuenta (lo aprendo de mi trabajo) el hábito sí hace al monje.

Como vamos a elegir una tarde soleada y de temperatura perfecta en Madrid, yo sugiero ponerse un vestido suelto de un sólo tono o de un estampado discreto, a mitad de pierna para no preocuparnos de nuestro contoneo al caminar, una rebeca (adoro esta palabra) en la misma gama cromática que el vestido o una cazadora vaquera (si hace fresquito que sea de cuero) unas bailarinas o zapatos que sepamos cómodos (jamás con pulseritas al tobillo que por muy moda que sean afean las piernas a excepción de que seáis chicas de pasarela) y un shopping bag divino en un color llamativo y que conjuntaremos con un pulserita (UNA) o un pañuelo en el cuello, un prendedor en el cabello o el color de nuestros labios (UNA sola cosa basta, hablamos de la elegancia de la sencillez y nunca de colgarse todo para ir conjuntadas)
Gafas de sol (imprescindibles) y una sonrisa en la cara.

Los caballeros... Hmmm... ¡Gran duda! ¿Vaqueros y camiseta o polo blanca o negra? ¿chinos y camisa de algodón de cuadritos? En los pies Converse rojas.

Como yo no sé nada de moda, he pedido ayuda a una personal shopper amiga, Mónica, del blog Tinkerbell's journal,  no os perdáis todos sus apartados porque son geniales. Go Shopping nos ayudará mucho y bien a tod@s y seguro que haremos más colaboraciones para tardes hedonistas de Dolce Far Niente.

Vestido de Dolce&Gabbana, cazadora de American Eagle, bolso Amazona de Loewe, calzado de Pretty Ballerinas, pañuelo Carré de Hermès.


Vestido de Carven, cazadora vaquera de etoille Isabel Marant


Esta tarde perfecta nos vestimos cómodas y chic para sabernos divinas.
Cualquiera de las 2 propuestas es acertada. ¡¡Gracias Mónica, Go Shopping!!

Para mi, la tarde perfecta (que suele ser mi comienzo de día en realidad) empieza no antes de las 16:00-16:30, me muevo en coche así que vaya donde vaya, siempre busco un parking.
Como nos vamos a mover por el Barrio de Salamanca, tenemos 2 posibilidades:
Parking sito en Plaza de la Independencia.
Parking de la Plaza de Colón.
Sea cual sea, dejamos el coche y salimos directos a la calle Serrano a comenzar nuestro paseíto.

Puerta de Alcalá

Precioso comienzo, admirando una de las joyas de la capital. Me encanta. 

Comenzamos nuestro paseo por la calle Serrano, poco a poco, vamos mirando los edificios, el cielo, la gente que pasa. En general en el Barrio de Salamanca se mueven hombres y mujeres que yo incluyo en el calificativo de gente "guapa". Hay de todo como en todas partes, pero aquí los hombres suelen vestir traje y corbata y las mujeres tacones y perfumes de boutique.


Importante mirar escaparates, es nuestra tarde de hedonismo puro y duro y mirar es gratis e incentiva la imaginación.
Vemos escaparates de tiendas de ropa de lujo, complementos de los que anuncian top models, cosmética cara, coches, aparatos de música, alguna floristería llena de glamour...


Caminenos, disfrutemos y no pensemos, o mejor aún, pensemos en rosa. Comencemos una peli de amor y lujo en nuestra imaginación, tenemos una tarde entera por delante para pensarnos en la piel de quien queramos ser: Modelos de tallas perfectas, ejecutiv@s de una multinacional con sede en Silicon Valley, meaestr@s de la Filarmónica de Viena, actrices con un par de Oscars en la mesilla (y 4 Tonys, 3 Globos de Oro y un par de Baftas...) diseñadores de joyas, marchantes de arte, periodistas de investigación, espías, príncipes (honrados por favor), cardiólog@s, astronautas, cajeras de Carrefour o Miss Mundo.
Seamos lo que queramos ser y caminemos con la personalidad de una tarde de hedonismo perfecto. 


Estamos llegando a una de mis zonas preferidas de la moda en Madrid: Serrano con Goya. 
Vemos Carolina Herrera, Prada mujer, Michael Kors, Loewe mujer, La Perla, Yves Saint Laurent (paso de quitarle el Yves del Maestro...) Loewe Caballero... 

Es hora de girar a Goya, admirar las prendas de Prada caballero y hacer nuestra primera parada: Jardín de Serrano.
No nos olvidamos de la personalidad adquirida para esta tarde perfecta. ¿Qué nos gustaría encontrar? ¿Tenemos mascota? ¿Nos gusta el té, el café? ¿Somos más de zumos de naranja y agua helada? ¿Nos apetece comprar una TV de último modelo o preferimos unos zapatos chic? ¿Qué tal unos pendientes nuevos o un collar de perlas de agua? ¿Un perfume de esencias especiales?.
De todo tenemos en este pequeño centro comercial coqueto y divertido.

Después de echar un vistazo e interesarnos por los últimos complementos de lujo para nuestra mascota, hay una tienda ideal de la muerte con peluquería incluida para nuestros fieles amigos peludos, nos vamos a Mallorca, uno de mis momentos favoritos en las tardes perezosas por Madrid.

Mallorca de la planta baja de El Jardín de Serrano

Puede parecer una obviedad que yo pida un Earl Grey... En Mallorca tengo mis dudas, depende de mi estado de ánimo, momento del mes o bolso que lleve, puedo variar: té con pastitas, chocolate con muffin de nuez, copa de Möet con un par de petit croissants salados... Lo dejo a vuestra elección.
A tener en cuenta para l@s amantes del buen chocolate a la taza (el de verdad) el chocolate de Mallorca es el mejor que yo he tomado en todo el mundo que conozco, sin espesar y con el toque perfecto de amargor.


Después de un ratito en el Jardín, que podemos aprovechar para seguir ideando nuestro plan de tarde perfecta: ¿Cita nocturna con algun/a desconocid@? ¿Teatro con amig@s? ¿Recoger un premio al día siguiente? ¿Tarde de relax después de una operación millonaria con nuestro mejor cliente? ¿Momento compras después de volver de unas apasionantes vacaciones? ... salimos a la calle con nuestra mejor sonrisa y volvemos a la calle Serrano, más paseíto observando gente, viendo escaparates y ¿por qué no? preguntando en alguna de las maravillosas tiendas si tal o cual bolso lo tienen en este u otro color, probándonos algún capricho e incluso comprándonoslo... 

Seguimos caminando por la calle Serrano dirección calle José Ortega y Gasset.
Como no tenemos prisa y es nuestro momento, conviene cruzar de acera, curiosear una tienda, mirar un edificio con perspectiva, ver de lejos el escaparate de, por ejemplo la joyería Suarez, y luego cruzar y ver de cerca las piezas más importantes.


Al llegar a la esquina Serrano con Ortega y Gasset, giramos a la derecha. Momento pasión total.
Avanzamos y nos encontramos con Omega, podemos curiosear y aprender que, sin ninguna duda, "la elegancia es una actitud".
Vemos las novedades en la boutique Dior, desde que no está nuestro "Llanito" no es lo mismo, ha perdido descaro y glamour.
Tiffany's, aquí no podemos pegar nuestra cara al escaparate croissant en mano, pero podemos echar un vistazo a las inconfundibles cajitas color turquesa de la firma.

Otra parada, en mi caso voy a aprovechar para comprar el regalo de cumpleaños a una bella amiga llena de glamour, clase y sencillez de cuna.
En Chanel encontramos todos los objetos de deseo de cualquier mujer con gusto y raciocinio... Como a veces nuestro exquisito gusto no es a juego con nuestra cuenta corriente, y las chaquetitas Chanel tienen un precio de ensueño...  podemos probar los perfumes exquisitos de venta en la boutique, comprar los rouge y esmaltes de la temporada o pecar con las gafas de sol XXL siempre perfectas.


Si preferimos zapatos divertidos y algo imposibles, en la acera de enfrente tenemos Jimmy Choo, en la esquina Louis Vuitton y un poco más arriba, la elegancia de Escada.

Después de empaparnos de clase nº 5 en Chanel, seguimos caminando con seguridad y alegría.
Si llevamos bolsitas chic de nuestras tiendas favoritas, es importantes llevarlas con gracia, siempre en la mano contraria al bolso.

A pocos metros nos topamos con una casa amada y odiada a partes iguales, yo soy de las que la odio.
Si os gusta, entrad sin dejar en la puerta vuestra histrionica personalidad de tarde de hedonismo. Los "señores" que están en la entrada suelen ser bastante desagradables pero si sonreís seguras, los "desarmáis". Dolce & Gabbana.

Y un poco más arriba, Lavinia. Un espacio de honra a Baco y sus placeres.


Y un poquito más de paseo por Ortega y Gasset degustando tiendas, edificios, olores y colores.
Nos acercamos al climax de nuestro placer, en pocos metros vemos la Plaza del Marqués de Salamanca, un poco antes, giramos a la derecha por Castelló.
Nos vamos al centro de belleza de Felicidad Carrera. Templo para devot@s del relax, belleza, tratamientos 10 y bien estar.


Para no llevarnos decepciones: IMPRESCINDIBLE HACER RESERVA PARA CUALQUIER TRATAMIENTO.
Podéis picar en el link de arriba (los pongo siempre con otro color) y echar un vistazo al menú de tratamientos.
Para todos los gustos, necesidades, pieles, cuerpos, bolsillos (potentes) y exigencias.

Como es nuestra tarde de placer, os recomiendo una hidratación profunda con masaje y oxígeno. Todo es opcional, podéis hacer vuestro tratamiento al gusto.
Escuchad a las niñas que trabajan con Felicidad y sobre todo a Felicidad o a Leticia, su hija, son grandes profesionales y buenas consejeras.


Los tratamientos duran entre hora y media y tres horas, por eso debemos saber que el tiempo es nuestro y de nuestros antojos esta tarde.

Una vez terminado el tratamiento, nos tomamos nuestro tiempo para salir.
Podemos preguntar por las cremas de tratamiento, futuras visitas... Es mejor salir del centro poco a poco, para no sufrir algún mareo, algo de frío o un golpe de calor, para que nuestra mente y cuerpo se acostumbren a la temperatura de la calle. Yo siempre voy despacito...

Y ahora tenemos varias opciones:
Bajar Castelló hasta la calle Hermosilla y seguir por esta dirección hasta Serrano.
Callejear viendo tiendas divinas.
O coger un taxi que nos lleve a nuestro siguiente destino.

Mi opción favorita: callejear hasta Hermosilla.

Pasito ligero y cómodo hasta nuestro lugar de encuentro con nuestra "cita mental" o real si nuestro marido, pareja, amig@, familiar o allegad@ nos puso hora para cenar.

Ya absoluta libertad pero mi "consejo" para terminar una tarde perfecta: cena en Pan de Lujo calle Jorge Juan o Teatriz en calle Hermosilla.

Teatriz
Pan de Lujo

Y para terminar una tarde-noche de 5 estrellas gran lujo, una reflexión: Nos tomamos muy poco tiempo para nuestro Dolce Far Niente. Cuando tenemos momentos de ocio o relax lo aprovechamos para hacer tareas que dejamos sin hacer en algún momento, o aprovechamos para colocar armarios, poner los libros en orden o tirarnos en el sillón sin hacer nada.
Todo me paree correcto pero... ¿y nuestras emociones? ¿y nuestros deseos? ¿nos dedicamos a pensar en nosotros o en lo que a nuestra vida y mente les agrada de verdad?

Tomemos conciencia de la VIDA, sólo hay una y está plagada de urgencias, quehaceres, obligaciones, responsabilidades. Nuestra familia, el trabajo, lo importante, lo urgente... Sí, ese es el día a día pero... ¿no tenemos derecho a un momento de estar con nosotros mismos? 
Es alimento para los sentidos e intelecto leer un buen libro, escuchar música, una exposición imprescindible. Siempre en nuestros ratos de ocio bien aprovechado. 
Pero... ¿no tenemos derecho a sentirnos como queramos de vez en cuando? Ser las princesas o sultanes que deseemos ser.

Este recorrido por calles, tiendas y servicios del Barrio de Salamanca se puede hacer con la Visa cargada, sí, pero también podemos hacerlo sin dinero.
Nuestra mejor arma es la imaginación, dejad que vuele. 
Y con la que está cayendo... Doy gracias por vivir con mi imaginación por bandera. 

Dejemos que sea la mente creativa la que mande y no los números del banco, al menos por unas horas.

Espero no haber ofendido ni molestado a nadie con este post y mis "consejos". Si alguien se siente molest@... quizás deba caminar un rato por la calle Preciados. 
Mi única intención es entretener y como dijo un Maestro...


The Show Must Go On...
Miss A

PS: Próximo martes vuelve Jorge, Pecenete, con una peli Dolce Far Niente de las de quitarse el sombrero.

martes, 2 de abril de 2013

La Maison Champs-Élysées. París


L@s que me seguís un poco, ya sabréis que soy una enamorada de lo francés, l@s franceses y todo lo que huela a Francia. 
Por París siento un enamoramiento algo más loco, y con el paso del tiempo y el incremento de mi excentricidad, está empezando a ser algo enfermizo.
Lo curioso es que NY es mi ciudad, pero...

Bueno, vamos a  nuestro país vecino y  su buque insignia: París.

Ya he hablado de Le Matignon, del BON, del té en el Musée d'Orsay. Aún me faltan unas cuantas.

Hoy le toca a un hotel de los que molan que te mueres nada más llegar a la esquina de arriba de la calle:


Y yo no sé si la casualidad o que FB es muy listo, pero este hotel lo encontré en FB, ¡Fíjate tú qué cosas!
Escucho, más bien leo, protestar a mis amigos facebookeros porque les llenan de publicidad externa sus muros... A mi no me molesta nada de nada, otra cosa es la publicidad que recibo de los propios "miembros" de mi Fb que me etiquetan en cientos de cosas diariamente... ¡Qué cara! gente que ni una vez da un like/me gusta en alguna de las simpáticas cosas que suelo poner...

Y eso os digo, no me molesta que los jefes de Fb me pongan publi porque los anuncios que recibo suelen ser: restaurantes, tiendas de moda, centros de belleza, dietas... marcas de lujo, hoteles y, qué curioso, alimentos para animalitos...
Se ve que los colegas de Mark Zuckerberg siguen bien mis pasos...

Y en una de tantas, apareció este hotel en París, miré la web y cumplía varios requisitos de hotel a tener en cuenta: ubicación, diseño, nuevo o recién reformado y fotos cuidadas al límite.


El hotel está en una de las zonas más chic de París, al lado de todo. En pleno corazón del "triángulo de oro".
Entre la rotonda de los Campos Elíseos, la Avd. Montaigne y el Gran Palacio.
Caminas 10 metros y ves el Arco de Triunfo, el Gran Palacio, el Sena, Chanel, Dior, Hermès... entre otras...
Y vecina puerta con puerta, una tiendita de Aston Martin... Mmmmmmmm.


Total, que como ya conté en la entrada del restaurante Le Matignon, agotados como estábamos después de un largo viaje Madrid-París, que el taxista nos dejara en la puerta de este hotel, tras recorrer la belleza iluminada de los Elíseos y demás fue... entrar un poquito en un cielo.

La recepción es blanca y plata, grande, clara, con un toque muy divertido. El "mostrador" de check in está en un triángulo de cristal en el medio de paredes blancas.


A la derecha un estar blanco comodísimo y con piano de cola.

La amabilidad en el lobby es de hacer llorar de emoción. Absolutamente todo lo que necesites, quieras o solicites, lo tienes, al menos de lo que solicitamos nosotros, todo.
Por supuesto, hay wi-fi...

Pero no hay wi-fi sin más... Gran sorpresa cuando llegas a la habitación es que el wi-fi da soporte a unos equipos Apple que hacen que sigas llorando. Ordenador individual en cada habitación, monitor XXL y todo el audio y video imaginable.


Después de disfrutar del lobby, un pasillo banco nos dirige a los ascensores industriales para ir a las habitaciones, todo muy curioso. Sin duda bien merecida mención como uno de los mejores hoteles del planeta por la revista Condé Nast Traveler.


La habitación es blanca, diseño de la Casa Martin Margiella un plus de vanguardia.
Suites pensadas para hacer de nuestra estancia en París un momento de moda, comodidad y confortabilidad.


Las camas, a elegir dos o una King Size, una pasadita, duras pero blandas. Es decir, la rigidez perfecta para descansar y que la espalda se relaje pero con la suavidad de un edredón de plumitas por sábana bajera, vamos, que estar en esa cama era como disfrutar de un nido... como para levantarse pronto...

El tema desayuno... Pues esta vez ni idea...
Nunca bajé a desayunar.
Nos fuimos 5 días a París entre funciones, para descansar de un terrible estrés que me estaba llevando a un estado de ansiedad de nivel 10, así que me planteé hacer absolutamente todo lo que me diera la gana sin horarios ni responsabilidades.
Cuando me levantaba, pedía un zumo de naranja, algún croissant o brioche y leche caliente con cacao, punto.


A favor de este hotel, además del diseño y confort, es que está al lado de todo.
Es un placer salir caminando en días templados de septiembre y pasear por algunas de las calles más bonitas del mundo, descubrir restaurantes, cafés, plazas, disfrutar de bellezas culturales o de moda que cada rincón parisino nos ofrece.

El restaurante La Table du 8, diseño y alta cocina francesa, por lo que ponía en la carta... Tampoco lo disfrutamos... Estuvimos enganchados a Le Matignon y a L'Avenue.
Todo blanco y con la disposición de mesas vestidas de largo.


Y desde el restaurante intuimos el jardín, terraza, impresionante. Perfecto para pasar una tarde de té y charla. Aunque tampoco lo hicimos, mucho que ver por las calles de París :-)
Podría contar mis momentos de paseos parisinos, visitas a tiendas, cafés, recorridos en bicicletas, museos, iglesias... pero, ¿no es eso lo que se supone que hacemos todos cuando vamos de visita a ciudades bonitas?

Quizás en algún post cuente mis aventuras en las tiendas de algunas ciudades a las que voy, así daré pie a que mi queridisim@ anónim@ vuelva a dar rienda suelta a su ironía de tercera hablando de mi talla, de mi gusto por los bolsos (incluyendo Loewe) o incluso de que mi marido me acompañe de compras...
Cualquier ataque personal para dorar sus bajos instintos en lugar de criticar lo criticable: este blog, los post, mi manera de escribir o expresarme...

Poco más desde París y sus brioches.
Sólo un poco de Edith Piaf y una declaración de principios que compartimos las dos.



Bisous bisous
Miss A

ANEXO DE PREMIOS: Gracias a un blog fantástico que recomiendo con amor y pasión porque VA DE BELLEZA... Un montón de consejos y más para estar guapas, el nombre es muy sugerente Estar Guapa es un Buen Plan  No os lo perdáis.

Pues mil gracias por el doble premio BEE y DARDOS, este ya lo tenía Dolce Far Niente, te agradezco de corazón los dos :-)
En nada post con las cositas sobre este nuevo premio BEE (Blogs En Español).

BESOS